"Todo lo que somos es polvo en el viento". Kansas.

sábado, 27 de noviembre de 2010

"EL ZAPATERO, LA CONCEJALA, EL CURA Y EL MÚSICO"

"Un nuevo concierto, un nuevo viaje/paisaje. El concierto es una conquista de almas, de corazones, de cerebros. Las armas son las semifusas, las corcheas (-los silencios...-). Ya atardecido, la concejala, para agasajarme y por cortesía, me muestra una bodega del S. XVI. Me dejo llevar y acierto: nada más cruzar me sobrecoge la belleza del templo, y me sumerjo en el alma infinita de esta cultura ungida de aceite y vino.




Ahora entiendo a los hombres y entiendo al vino. Hago las foto y salimos. Antes de llegar al auto, nos detenemos ante la zapatería de Cándido,- cuarenta años detenida en el tiempo -, su Singer para coser suelas y su brasero. Me dice que de joven le gustaba tocar el tambor y la batería, y me ofrece probar su vino antes del primer trasiego. Qué extraños y especiales pueden llegar a ser algunos días. ¿Acaso no se me había mostrado el águila en la presa?




Reparte tres vasos y yo bebo un vino que ya no es mosto y que aún no es vino. Lo paladeo, tiene el sabor de la verdad. Se detiene un coche en la calle, de él desciende un hombre joven pero encorvado. Un cura ciático aparece en escena. Se nos une. Brindamos. Siento cómo la calidez del vino, sin duda, es el abrazo de la amistad. Hablamos de vino y música -de Dios-. Los hombres simples son hermosos. Nos despedimos y subo al auto. Sé que en el concierto del día siguiente no habrá conquista, ni vencedores, ni vencidos. Sólo ofrenda, quizás renuncia, sin duda, oración."
(Fotos: Villarino de los Aires, Salamanca. Noviembre, 2010.)

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