"Ahí están. Las farolas. Desde hace mucho tiempo nos observan, iluminan nuestros pasos, nuestras almas, alumbran nuestros besos, nuestros miedos. Desde hace siglos hacen guardia, siempre firmes, reverentes e inmóviles.
Algún día, alguien, ÉL, dará la orden y su mortecina luz anaranjada se lanzará sobre nosotros y nos aplastará sobre el asfalto, o se deslizará por debajo de las puertas o se colará por las rendijas de las ventanas para borrarnos definitivamente junto a nuestras sombras, y aniquilarnos en un momento fugaz e incandescente.
Cuando alguien descubra la Tierra dentro de 723 años, sólo encontrará una estúpida bola incandescente de neutrinos."
(Foto: Ría de A Coruña. Febrero de 2012.)