
"Como todos los días, le despertó el frío intenso del amanecer. Y como todos los días, se dirigió a la parte de atrás del mercado a husmear y buscar algo de comida, aunque le extrañó no ver fisgoneando a los de la pandilla. Qué raro, pensó...¡qué raro! Entonces enfiló hacia la zona del cauce nuevo. Allí, de vez en cuando, se producían refriegas o pequeñas escaramuzas con otras pandillas, casi siempre nada serio; pero en aquel lugar tampoco encontró a nadie. Sin querer, recordó que la noche anterior la vieja del callejón que siempre les arrojaba piedras, sorpresivamente les tiró unos trozos de carne. Él los olió primero, como hacia siempre, y decidió no probar. Los demás, menos precavidos, directamente los devoraron.
Miró aquí y allá una vez más, y comenzó a vagar sin rumbo por el cauce nuevo, sospechando que quizás no volvería e ver nunca más ni a Rusty, ni a Ringo, ni a Tiger, ni a Lobo..."
(Foto:"En el cauce nuevo", realizada en Coro el 20/06/10 ).